Juan Camilo T. - Columnista invitado en FelipeRios.co

Harry Potter

  • 31 julio, 2017

Por: Juan Camilo Trujillo B.

La magia es definida por la Real Academia Española como un “arte o ciencia oculta con que se pretende producir resultados contrarios a las leyes naturales”. El fútbol es arte, y, definitivamente, son varios los jugadores que parecen de otro planeta. Su juego es alucinante.

Pelé, Maradona, Ronaldinho, Ronaldo, Romario, Platini, Messi, Cristiano Ronaldo, incluso, Faustino ‘El Tino’ Asprilla y ‘El Pibe’ Valderrama. Todos estos jugadores parecen conocer el truco mágico para lograr un fútbol perfecto. Han hecho que este deporte tenga un condimento diferente, un truco o hechizo de exquisita calidad. Una sustancia que le agrega sabor, alegría y clase al fútbol.

Cuando se menciona el nombre de Harry Potter, la gente suele pensar en este joven mago de gafas circulares, amigo de Hagrid y brillante hechicero desde su nacimiento. Otros enamorados del fútbol (y de la pelota) pensamos directamente en un mago. Un ilusionista, de poco pelo y visión extraordinaria, llamado Zinedine Zidane.

Este francés, de padres argelinos, hizo que el fútbol para muchas personas fuera sinónimo de elegancia. Por eso se ganó su apodo. El mismo nombre del mago que se enfrentó a Voldemort y ganó. ‘Harry Potter’. Tal como lo apodó Luis Ómar Tapia. Pero su magia no eran fintas como las maravillas que lograba Ronaldinho, la rapidez de Cristiano Ronaldo o la eficacia de Lionel Messi. Su magia consistía en pinceladas de calidad, trazos delicados y precisos que lograban hacer jugar bien al resto de su equipo.

Cómo olvidar el Mundial que ganó ‘Zizou’ en el 98 contra Brasil, o  la Euro 2000 conseguida con gol de oro frente a Italia o, sencillamente, de la espectacular volea de Zidane en la final de la Champions 2002. Pero no todo tiene que ser de victorias y logros. Hay que recordar también su última Copa del Mundo. Aquella donde la gente pensaría ¿no fue fue expulsado de la final en Alemania 2006 por plantar un cabezazo en el pecho a Materazzi?. Sí, decepcionante. Pero fue en ese Mundial de 2006, donde Zidane dio una lección clara: partido tras partido hizo conocer lo que es tener ambición, jerarquía y liderazgo. Pasó por encima de España, luego derrotó a Brasil (Con Ronaldo, Ronaldinho, Kaká, etc.) y por último, eliminó a Portugal con un tanto. Con la ayuda de una muy buena selección francesa, claro está, pero con una dosis de trucos mágicos que sólo él tenía en su repertorio. Un mensaje a todos los ‘dieces’ en el fútbol de cómo un capitán logra tener “el equipo en sus hombros”.

Zidane, apartándonos de la expulsión (quién sabe a todas estas qué le habrá dicho Materazzi), jugó uno de los mejores partidos de su vida durante la final. Hizo algo que sólo un chiflado se atrevería a hacer: picarle un penalti al mejor arquero del mundo en ese entonces. Al arquero italiano de la Juventus, al estandarte de Italia: a BUFFON. Algo majestuoso, inolvidable. Si no, que le pregunten a Trezeguet, su ex compañero de selección, quien casi enloquece cuando vio a su capitán cobrar una pena máxima de ese modo.

No podemos olvidar a grandes jugadores del fútbol mundial como los nombrados al principio, pero sin duda alguna Zidane hizo que el fútbol se pudiera ver como una sinfonía perfecta, y más aún, hizo que varios niños (como quien les escribe) quisieran jugar al fútbol, no para hacer abundantes goles, sino para hacer que el fútbol se viera como un arte. Como magia.

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Hoy, nuevamente, el gran mago nos da una lección. Cuestionado, resistido, criticado e incluso menospreciado, el ahora DT demuestra el trabajo, la pasión y la versatilidad del fútbol, porque seamos claros, como jugador no tendría espacio en el módulo del ‘11’ titular del Real Madrid.

Sobra mencionar su acenso como técnico, o su “falta de experiencia”, porque queda evidenciado que el fútbol requiere entendimiento, comprensión y renovación. Su juego, como DT, fue señalado y juzgado. No siempre se vio un Madrid sólido, pero tiempo empezó a darle la razón. Trabajo. Sí, no hay mejor palabra. El equipo empezó a generar solidez defensiva y ofensiva, velocidad y perseverancia, un equipo que conseguía el triunfo por más que las condiciones fueran adversas, y ese se volvió su objetivo, partido a partido: Triunfar. Hoy el Real Madrid es un equipo que sin mantener la posesión o mostrar “elegancia” juega bien y se acopla en cada situación. Un equipo efectivo.

Zinedine Zidane campeón de Champions League como jugador, Asistente Técnico y Director Técnico. Un verdadero genio, un mago de verdad… ‘Harry’ se convirtió en ‘Dumbledore’.

Juan Camilo Trujillo B.

Tw: @ElTrujo9211