Juan Rivera - Columnista invitado en FelipeRios.co

Lo primero que se me vino a la cabeza cuando escuché la palabra político.

  • 29 noviembre, 2017

Mente firme, convicción presente.

Hoy quiero hacer un homenaje a cada ciudadano que me compartió su opinión sobre lo que significa la palabra “político”. Siempre he considerado que la participación de un ciudadano fortalece la democracia, sea de manera presencial o virtual (redes sociales).

Para poder escribir cada palabra de este texto, debí tener experiencias (sin duda alguna llenas de alegrías y pasiones como lo que es mi profesión la política). Durante dos meses he vuelto a recorrer cada localidad de la ciudad de Bogotá en compañía de Felipe Ríos, quien me ha dado la oportunidad de conocer las realidades y problemáticas que viven constantemente muchos bogotanos. Quedo preocupado porque las esperanzas de ver un mejor país se extinguen y no ven cercano un futuro que brinde una calidad de vida o una igualdad de oportunidades.

Las personas que me conocen saben que existe una vocación dentro de mí, desde que fui monitor y personero de mi Colegio, posteriormente Representante de estudiantes de Derecho, Representante de estudiantes ante el Consejo Directivo y miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Egresados de mi Universidad Jorge Tadeo Lozano, de lo que me siento orgulloso pero es un pasado que me ha formado para seguir caminando en un país falto de oportunidades y entregar lo mejor de mí (mis principios, valores y conocimiento) para enfrentar la batalla de la desigualdad social.

Cuando me preguntan ¿usted a quién admira? Siempre contesto a mis padres, quienes han transmitido un mensaje de valores y formación del ser persona, tanto que han temido como todos en que me involucrara en la vida política por el mal prestigio que ha tenido desde que unos pocos han trasgredido la palabra “Política”, pero en el presente son las personas más felices porque saben que la formación que tengo en compañía del liderazgo de Felipe Ríos (actual columnista del periódico El Tiempo y La República), despertó un interés en creer nuevamente en el sentido del ser político y de tener un objetivo: igualdad de oportunidades y respeto a un Estado Social de Derecho. Al mismo tiempo, mis padres y hermano son egresados y formados de la educación de todos, es decir de la educación pública (mi padre: Colegio Externado Camilo Torres y Universidad Nacional de Colombia. Mi mamá: Escuela y Colegio Departamental de Mesitas de El Colegio (la mejor universidad: ser mi mamá y formar a mi hermano y a mí), mi hermano: Universidad Nacional de Colombia), y sin duda todos en mi hogar gozamos de oportunidades, por lo que nuestro compromiso siempre ha sido contribuir a la sociedad, para que la persona desde que es niño tenga la misma suerte de nosotros; por las anteriores razones soy un convencido en la defensa de los Derechos Fundamentales de Educación y Salud pública de calidad, porque es la forma de reducir las brechas de desigualdad social.

Decido estar en política porque creo que entre más nos aislemos de las problemáticas, más las fortalecemos, y la idea es reducirlas. Siempre he sido cuestionado por algunos docentes y personas que me invitan abandonar mi vocación y profesión política, y dedicarme al mundo de las cualidades (liderazgo empresarial, medios de comunicación, sector eléctrico, sector jurídico), pero nunca he tomado la decisión de apartarme de mis convicciones, más cuando mi padre es una persona en situación de discapacidad visual y tiene todas las oportunidades, las cuales no todas las personas gozan de esa suerte. Por eso, cada vez que un docente me dice “abandone la política y dedíquese a lo suyo” es un motor en seguir adelante en la lucha permanente de contribuir a un cambio social.

Al preguntar a cada persona y amigos lo siguiente: ¿Qué es lo primero que se les viene a la mente, cuando escuchan la palabra POLÍTICO? La gran mayoría contesto que son ladrones, hipócritas, ratas y demás. Sin duda alguna respeto su opinión y soy consciente que por muchos han generado una perspectiva negativa, donde los pocos que tenemos una mente firme y convicción presente pagamos los platos rotos.

Quiero invitar a cada una de las personas que han participado en mis opiniones, y más de la percepción que tienen de la política, que sí podemos cambiar el rumbo, que la generalización es la peor arma, porque nos lleva a un círculo vicioso en donde muchas sociedades se han visto afectadas, una realidad es: cuando a los colombianos nos han generalizado de ser narcotraficantes, y no lo somos.

Por esas razones, a todos mis conocidos, personas que creen en mis ideas o me leen, los invito a tener una mente firme y convicción presente en estar cerca del mundo político, cuestionar, participar y fomentar que quienes nos representan sean personas idóneas.

Por mi lado, siempre estaré activo y con todas las fuerzas necesarias para buscar un cambio social, con igualdad de oportunidades al lado de Felipe Ríos. Lo más importante es transmitir que los sueños crecerán y tendremos una Colombia justa.

Mente firme, convicción presente.
Juan David Rivera.